De manera fundamental serán los enciclopedistas franceses los que moldearán primordialmente sus ideas, hasta llegar a convertirse en un intelectual con una sólida y amplia formación. El pensamiento de Peralta aflora en una variedad de facetas.
Como novelista incursionó con éxito, escribiendo varias obras en este género que suma 10 en total y en una serie de cuentos pinta la sociedad de su tiempo y los problemas existentes, así dirá: … nuestra generación –fanatizada por los jesuitas y demás monjes- es simplemente una generación hipócrita y supersticiosa, una generación que ostenta religiosidad por mero cálculo, una generación que dobla la rodilla y reza sólo por costumbre y atavismo… la devoción tiene dos especies de adeptos: los pícaros y los sencillos; los farsantes y crédulos; los explotadores y los explotados… ”45. Expresiones como éstas no hacían sino reflejar la sociedad de su tiempo especialmente en la ciudad de Cuenca, donde residía.
Su clara visión de los problemas y la explicación generalizada que hace respecto de la población ecuatoriana, bajo la omnipotente dominación de la iglesia es elocuente: … Los hijos de Sucre somos así: nos llamamos libres e independientes, civilizados y no embargante no hemos sacudido por completo aquel empequeñecimiento que imprimió en nuestro carácter, el opresivo sistema colonial. Todavía el europeo es un ser prestigioso a nuestra vista; y a tal punto llevamos la afición a lo extranjero, que mantenemos en crisálida nuestras industrias, prefiriendo cualquier manufactura, cualquier producto que nos venga de afuera, por de pésima calidad que sean. Lo mismo pasa con los hombres, venga de donde viniere y sea quien fuese, el extranjero es el preferido en todo, hasta para el matrimonio, que es lo que más decirse puede en la materia… ”46. Nos parece una magistral síntesis de lo que llamaríamos nuestra “idiosincracia” y que no significa otra cosa que el grado de alienación al que ha sido sometido la población ecuatoriana y que incluso puede encajar perfectamente en las circunstancias actuales, sin mayores variantes.
Peralta señala como responsables de esta situación a los frailes y clérigos, así expresa … el clericalismo era el cáncer de la sociedad y lo había envenenado todo: gobierno, leyes, justicia, ciencias, escuelas, talleres, familias, conciencia individual y conciencia pública, todo estaba modelado, desfigurado, contrahecho por el espíritu monacal… El presidente de la Nación, no era sino a manera de Vicario del Romano Pontífice, la soberanía ecuatoriana, no existía en realidad y hasta las leyes del Estado quedaban si valor y efecto si contradecía en algo los cánones y a las doctrinas de la Iglesia. El Ecuador no era una nación, sino una mera cofradía… ”47. El análisis de Peralta, como se observa, se va centrando en un cuestionamiento a la función que ejercía el clero, aspecto que lo destaca por sobre cualquier otro y avanza aún más, cuando menciona el gran poder económico que acumuló la iglesia y el clero particularmente, calificándolos de mercaderes que lo venden todo: sacramentos, estampas, rosarios, agua bendita, bendiciones, etc. Igualmente, puntualiza la dominación política que ejercieron, así dice: … los Congresos no eran sino cónclaves eclesiásticos. Únicamente los obispos, los clérigos, los católicos probados, los jesuitas de sotana corta, podían representar los derechos del pueblo y darnos leyes; sólo a ellos les estaba encomendado manejar la República, en encausar su marcha. De igual manera los municipios, era patrimonio de aquella sagrada casta, contra la cual no era lícito levantar ni la mirada, menos la voz para reprocharle semejante tiranía. El sillón presidencial, los miembros del gabinete, las gobernaciones de provincias, las jefaturas de Cantón, hasta las tenencias parroquiales no eran peculio de los méritos y el patriotismo… sino con el certificado de ser miembros de una congregación religiosa o pertenecer, de algún modo, a la clase privilegiada y ultramontana. Hasta los militares… debían ostentar el escapulario y el rosario… ”48.
Era esta, la sociedad dentro de la cual se desenvolvía el Ecuador antes de la revolución liberal y cualquier intento de crítica o cuestionamiento a los dogmas religiosos era reprimido con los anatemas y la excomunión; y lo más grave aún era la vergüenza clerical contra todo aquel que ellos consideraban hereje y posteriormente masón… poner en tela de juicio los enunciados de la Biblia, eran considerados horrendos sacrilegios, herejías descomunales. Se comprende entonces el por qué del anticlericalismo que caracterizó a los ideólogos del liberalismo, así lo hizo Montalvo y así lo hará Peralta que entrará a refutar la teología con fundamentaciones científicas, producto de una detenida investigación y dedicación a consultar los textos que en este tiempo se podían conseguir y que luego determinarán su virulento anticlericalismo que será su preocupación, mayor que en otros pensadores no sólo ecuatorianos sino de América Latina, que cumplieron similar función en épocas similares.
De esta forma refutará los pilares fundamentales del poder eclesiástico cuando indica … no consideramos los libros santos como manantial de saber incontrovertible ni mucho menos; puesto que no tienen sino la expresión de los conocimientos rudimentarios y la historia de un pequeño pueblo semibárbaro y adverso por fanatismo a los adelantos de las demás naciones a las que odiaba y maldecía por incircuncisos e idólatras… Afirmar que la sabiduría infinita ha inspirado y dictado los libros que decimos escrituras, allá se va con blasfemar de Dios y aún negar su existencia. ¿Un dios que ignora los misterios y leyes de la naturaleza??? O que conociéndoles se complace en contrahacer la verdad y engañar pérfidamente a los hombres. UN DIOS IGNORANTE Y FALAZ no es un dios omnisciente o no es perfecto y bueno por excelencia; ese Dios no es infinito, no existe sino en la mente de los supersticiosos y los fanáticos. El ateísmo y la impiedad de los siglos modernos nacieron al calor de las hogueras del Santo Oficio, fueron la consecuencia lógica de la divinización del absurdo en que tan empeñada se mostró la romana iglesia… hasta el punto de no reparar en los medios que empleaba en su defensa”49. Aparentemente Peralta estaría incursionando en el ateísmo, mas no es así, pues en sus mismo escritos se encargará de aclarar su posición respecto a la existencia de Dios al manifestar que “… no se puede ya presentarse a Dios como un ser personal, es decir como un personaje que ocupa una parte determinada del espacio o bajo forma humana. Dios esta antes bien en todas partes… ”50.
Sin embargo su afán de aclarar la tergiversación que él consideraba, se hacía de la Religión se profundizará más aún, al establecer que las “sagradas escrituras” guardan semejanza con los libros santos de los antiguos pueblos “… semejanza que constituye una prueba irrefutable y concluyente de que nada ha tenido que ver el espíritu de Dios con la revelación de que se glorían los hebreos. En efecto, si hubo inspiración divina en la composición de aquel cuerpo de tradiciones maravillosas, los verdaderamente inspirados debieron haber sido los primeros que lo narraron, es decir los Indios, los Asirios, los Persas, los Egipcios, etc., y no los que con mayor o menor fidelidad se limitaron a copiar, modificar o transformar dichas tradiciones después de muchos siglos como lo hicieron las tribus liberadas por Moisés… ”51.
Se aprecia entonces la sólida argumentación de Peralta en su anticlericalismo, producto de un detenido y concienzudo análisis y estudio del origen de las religiones y su trayectoria a través de los tiempos, así concluye diciendo “… Jehová es un Dios sintético y conserva muy patentes los rasgos del Indra de los Indúes, del ORMUZD de los persas, del ADONAI de los fenicios, del JAO Caldeo, etc… ”52. Toda su argumentación se orienta a desbaratar los fundamentos en los cuales se basaba del Clero que consideraban infalibles las “sagradas escrituras” y en base de ello mantener bajo una férrea y total dominación ideológica a la población, sin reparar para su defensa –como dice Peralta- en los medios inimaginables con tal de mantener intocados sus privilegios y es aquí en donde se agranda la figura de Peralta. ¿Cómo es posible que en un medio plagado de fanatismo y superstición religiosa haya surgido una legión de pensadores que se atrevían a poner en tela de juicio la infalibilidad de los preceptos religiosos… ? Tarea ardua, sacrificada y peligrosa, muy peligrosa por la persecución que el clero hacia de estos pensadores.
Sus ataques y enjuiciamientos a la labor del clero no desmayó en ningún momento “… los sacerdotes han fabricado Dioses a su imagen y semejanza –dice Peralta- … han inventado dogmas y misterios favorables a sus concupiscencias y peculiares intereses; han establecido ritos y prácticas religiosas a su sabor y conforme a preconcebidos propósitos; han fascinado a los pueblos con el brillo y la solemnidad de cultos que herían la imaginación y hablaban sólo a los sentidos… sedujeron a los hombres hasta obtener que mirasen como amable la misma servidumbre… ”53. No pudo haberse pintado una “radiografía” más elocuente y concisa sobre lo que era el Ecuador y especialmente la Sierra en el periodo anterior a la Revolución liberal. “Mientras mayor era el número de expiaciones y sacramentos prescritos por el ritual, mayor era también la suma de prevaricaciones cometidas, porque nadie retrocedía ante la tentación, sabiendo que bastaba un acto piadoso, el pago de una contribución al sacerdote, para quedar limpio de toda mancha y reconciliado con la divinidad… ”54. El mercantilismo de la religión impuesto por el clero era otra de los practicas comunes en este periodo y que Peralta lo denuncia valientemente, lo cual fundamentará más aún su virulento anticlericalismo.
Tampoco escapaba al análisis de Peralta la naturaleza y origen de los principales clérigos y autoridades eclesiásticas, la mayoría de los cuales tenía procedencia extranjera “… los frailes no tienen patria; desligados de la comunidad humana, ajenas a todo deber social y aún de la familia… con la vista puesta al cielo… usufructuando la tierra que llaman destierro y valle de lágrimas, predicando la pobreza con suma perfección y sin embargo acumulando perecederas riquezas… no dan importancia alguna a las fronteras de visionaria ni soñadora se ha detenido allí donde los conocimientos experimentales terminan; acepta una gran causa primera del Universo, la acata y la adora, pero no pretende ni penetrar ni explicar su misteriosa y divina esencia, porque más lejos de los que la vista científica alcanza, sólo se extiende el nebuloso campo de la conjetura y el vastísimo dominio de la imaginación, donde se han perdido los mayores pensadores de las pasadas edades… Se puede afirmar sin temeridad que nada puede haber escondido o inexplicable para la inteligencia humana, en lo que cae bajo el dominio de las ciencias Experimentales y Demostrativas… La ciencia no es, no puede ser atea, mientras más adelantados en el saber, más nos confirmamos en la creencia de Dios, désele el nombre que los mortales quisieren adornársele en cualquier símbolo o forma que las religiones adoptaren. El alma del sabio en su noble afán de remontarse a las fuentes de la verdad, no hace sino subir y subir… y acercarse cada vez más a la inflamada y esplendorosa esfera de la divinidad… al ser de los seres a quien la verdadera Ciencia proclama y niegan los ciegos de espíritu. El trabajo científico es martirio que depura, espiritualiza, santifica, inflama y une a Dios: LA CIENCIA NO ES MAS QUE LA RELIGIÓN DE LA VERDAD… ”55 (lo destacado es mío).
Estamos ante la “coronación” de una meta que Peralta se habría propuesto en su afán de lograr una verdadera interpretación y explicación del mundo, una vez que estudió, avalizó e investigo todas las propuestas y corrientes que trataron de explicar el mismo aspecto… ? Vale puntualizar todo aquello que Peralta pudo conocer y tuvo a su alcance, -fundamentalmente y como ya se dijo-, la influencia de los enciclopedistas y del iluminismo francés; aquí es notoria la influencia de Comte en su pensamiento que le llevará finalmente a concluir … la ciencia experimental y positiva debe ser ajena a toda labor fantástica, debe colocarse muy por encima de los delirios de la imaginación y enseñarnos únicamente verdades comprobadas de modo práctico, verdades visibles y tangibles por decirlo así… ”56.
Si expresiones de esta naturaleza afloran en el pensamiento de Peralta, hay que indicar, no son las únicas y definitivas; tal parece que nuestro pensador jamás se detuvo en la incesante búsqueda de la verdad, en su estudio e investigación. Así como encontramos manifestaciones que lo ubican dentro de la corriente positivista; en algunos pasajes de sus obras, se aprecian atisbos de una dialéctica que aunque no acabada, sin embargo no deja de expresarse y complicar la identificación de su pensamiento … lo que es hoy, mañana ya no existe en la misma forma –dice-: el progreso del Universo estriba en la metamorfosis continua en la evolución no interrumpida de la materia y aun de los organismos … nada se pierde, nada perece, nada se aniquila en la naturaleza, lo que nos parece destrucción es simplemente un cambio”57.
Así de complejo y contradictorio se presenta el pensamiento de Peralta en el aspecto filosófico y allí entonces la necesidad de realizar un trabajo más a fondo en esta faceta de su pensamiento. Sin embargo, ya se dijo que el pensamiento de Peralta aflora en una multiplicidad de formas y aspectos. No sin exagerar se ha generalizado el criterio de que Peralta constituye “el más importante ideólogo del Liberalismo en el Ecuador y he allí otra de sus facetas en que debería estudiársele, es decir su pensamiento político, expresado en varias de sus obras publicadas y en otras que aún permanecen inéditas. ¿Qué decir de su labor periodística que lo coloca entre una de las más destacadas figuras del periodismo nacional? Fundó tantos periódicos, pero no por vanidad o espíritu chovinista; su lectura a medida que salían sus publicaciones, el clero iba prohibiendo su lectura e incluso la imprenta en donde se lo imprimía, pero su valiente voz nunca dejó de escucharse y a la postre dieron resultado con el advenimiento y triunfo de la revolución de 1895.
Peralta no solo fue filósofo, político, periodista, polemista, sino que también fue un educador con una profunda y visionaria vocación por la superación y engrandecimiento de su pueblo sumido en el fanatismo y la superstición. “… Antes de 1890 en su ensayo el “Magisterio Monástico” Peralta propugna el laicismo y sienta las bases para la posterior reforma. Cuando ocupa el Ministerio de Instrucción pública, sigue luchando por alcanzar esa conquista… en su informe al Congreso de 1901, combatiendo la educación confesional, afirma: “… medítese en el poderoso y decisivo influjo que ejercen sobre la juventud aquellos maestros que se apoderan de la conciencia misma del alumno, le inculcan odio tenaz a la filosofía moderna, implacable aborrecimiento a la libertad, repugnancia invencible a toda idea nueva y se verá que el magisterio monástico es una rémora para la verdadera ilustración de los pueblos, para la emancipación de la conciencia de las muchedumbres, para que brille la luz con toda su intensidad, en los ojos de los ciudadanos… ”58.
Su afán de liberar la educación del influjo del clero le llevará a implantar el laicismo en la educación; se crearán colegios e institutos normales, todo bajo la administración Ministerial de José Peralta. En toda esta secuencia que hemos establecido, al Peralta anticlerical y filósofo, al incansable periodista, en el gobierno de Alfaro, como estadista y prominente Ministro de Instrucción pública, Relaciones Exteriores, Justicia y Cultos como se lo denominaba entonces; sagaz y radical político, destacado diplomático, visionario reformador educativo y posteriormente tenaz opositor a los gobiernos plutocráticos, marca la personalidad y pensamiento de José Peralta en toda su magnitud.
Vale mencionar sin embargo que la mayoría de las expresiones de Peralta en sus diferentes facetas, utiliza elementos sensoriales y psicológicos captados en el ambiente en el cual se desenvuelve, para sacar sus propias conclusiones. Su afirmación –en varias de sus obras- de que “no aporta nada nuevo” sino que sintetiza una variedad de conceptos y teorías vertidas por otros autores, no es nuevo en él, es común en muchos pensadores ecuatorianos y latinoamericanos. Sin embargo su aporte está en la sistematización y difusión que de dichas ideas realizó; se nota así mismo un claro retraso en el conocimiento de las ideas y corrientes del pensamiento europeo. Podríamos decir que existe cierta timidez, tal vez inseguridad en hacer aportes, es decir hay una especie de freno interno a la capacidad creadora lo que frecuentemente surge en nosotros y en nuestra sociedad.
Peralta vio más lo político que lo económico, sin que esto haya quedado olvidado no sólo en él sino en el liberalismo ecuatoriano en general; a su debido tiempo consideró que los bienes de la iglesia eran prácticamente improductivos y que sus poseedores formaban una clase inútil y perjudicial desde el punto de vista económico y tremendamente peligroso en el campo político, por lo que consideró que las tierras estaban en “manos muertas” y por ello se justificaba su expropiación, bienes que debían ser repartidos entre quienes podían hacerlo producir para generar una riqueza individual que sumadas se convertiría en riqueza colectiva.
En tal virtud, Peralta concibe la libertad como el ideal absoluto. No comprendió que la libertad así concebida por él, podía conducir al bienestar relativo y que la libertad económica podía ser aprovechada por unos pocos, lo que finalmente ocurrió luego en 1912.
Peralta se mueve entre la filosofía Positivista y la Ciencia materialista, acogiéndose a un Reformismo integral en todos los sectores y niveles de la vida individual, económico, científico, cultural, político, educacional. Realizó una serie de innovaciones en la administración pública, administración de justicia, en las universidades, colegios, escuelas, en el trabajo, industria, comercio, agricultura, costumbres sociales y de manera primordial en el campo religioso, por ello bregará con mayor insistencia dentro de lo que él consideraba un MONOPOLIO CATÓLICO DE LA MORAL, por eso se empeñó en demostrar que hay una moral que va más de una sola religión y sus obras filosóficas están orientadas a ese fin. Trató de romper la dominación teocrática que pesaba sobre el Estado, tarea ardua y titánica lo que justifica el denominativo de “revolución” al movimiento victorioso del 5 de Junio de 1895. Desgraciadamente el indio sólo estuvo de pasada dentro de los planes del liberalismo, mecanismo utilizado para recibir el apoyo decisivo en su ascenso al poder.
La herencia de la lejana época de la ilustración esta clara. Educar quiere a las masas, aunque no se hayan hecho los suficientes esfuerzos por conocerlas y saber lo que desean, piensa que querían saber lo que él sabe… Por ello sus obras están escritas más con un sentido y mensaje pragmático, justificando su pensamiento e ideología en doctrinas filosóficas y en las circunstancias históricas. Al final de sus días vislumbró muy débilmente, que la doctrina socialista, podría traer la solución a los múltiples problemas sociales, políticos y económicos que no habían sido resueltos por el liberalismo que él propuso. “… Volved ahora la vista al proletariado de las ciudades, a ese inmenso grupo de víctimas de la injusticia social, de la inmisericorde ambición del capitalista, de la imprevisión de las leyes y el criminal descuido de los gobernantes –afirma Peralta-. Penetrad en esos antros de la miseria, de la desesperación y de la muerte. El obrero no halla trabajo y sus pequeños ahorros están ya consumidos; la esposa enferma carece de alimento y medicinas; los hijos hambreados ensordecen con sus gemidos; el casero aumenta las angustias de ese desgraciado rogar, con la cruel exigencia del arrendamiento vencido y hasta el recaudador de impuestos llega a tiempo para colmar la copa de acíbar que apura al desdichado de obrero y el capitalista enriquecido con el trabajo de ese nombre agobiado de pesares, lo ve naufragarse sin conmoverse; y la caridad pública lo rechaza, a pretexto de que no está imposibilitado para trabajar y ganarse el pan cotidiano; y el poder público lo encarnece, tildándolo de vago , digno de policial castigo.
La falta de educación es terreno fértil para el delito; -prosigue- el hambre suele dar los peores consejos, la tentación arrecia hora tras hora… y el obrero se lanza al fin ciego, frenético, empujado por el instinto, sin escuchar otra voz que la de sus pequeñuelos que le piden pan y abrigo y comete actos que la ley castiga. Las misma sociedad que no instruye ni educa al proletario, que no lo protege contra la tiranía del capital, que no lo socorre… que deja sin ocupación los brazos que no anhelan sino trabajo con remuneración justa… esa misma sociedad indolente clama ahora y exige castigo para el robo cometido, para la infracción debida al ciego deseo de llevar un bocado al hijo enfermo, un socorro a la esposa o la madre postrada de inanición… ”59.
Luego de analizar el patético cuadro que presentaba la sociedad de su tiempo y una vez que sus ideas han madurado considerablemente concluye … la hora del triunfo socialista ha sonado, pero del socialismo científico, humanitario y justo, un socialismo que es sólo una faz, una ampliación, un avance ventajoso de las libertades y garantías del ciudadano, un socialismo que no busca sino la felicidad de todos los asociados, la extirpación del pauperismo y las desigualdades impuestas por la tiranía y las malas pasiones, la restauración del amor y la fraternidad universal… ”60.
La doctrina socialista que Peralta logró vislumbrar, fue sólo en parte, pues no alcanzó a comprender la totalidad y fundamentos de la corriente científica y así afirmará que “… la represalia contra los opresores, la venganza contra los tiranos, el despojo de los que han despojado, no harían otra cosa que mantener la desigualdad, la injusticia y el crimen en otra forma: cambiar las víctimas en victimarios y perpetuar la misma absurda y viciosa organización social que combatimos. ¿Qué adelantaría la humanidad si se hiciera desgraciados y miserables a los que son hoy opulentos y felices, aunque su felicidad y opulencia dimanan del abuso, de la depredación y despojo de los pobres?… La abolición de la propiedad sería, a la postre, la muerte del trabajo, la ruina de toda industria productiva, la sentencia capital para todos los pueblos que tal error cometiese… el derecho de propiedad es el fundamento y nervio de la vida social, es el lazo que une a la familia y el estado… ”61
Peralta cuando habla de sociedad la interpreta como la suma de individuos y por lo tanto no percibe la existencia de clases sociales y su constante lucha además se aprecia una inconclusa información, que bien podría explicarse por la tergiversación de la información tal como acontece hasta ahora, pero en todo caso el triunfo de la Revolución Socialista de 1917 en la URSS no fue desconocido por Peralta, con las limitaciones que acabamos de ver y que están marcando una faceta más de las múltiples que tuvo Peralta, y que también espera un análisis más detenido. Sin embargo, hasta ahora nadie ha afirmado que Peralta arribó la “meta socialista” aunque la vislumbró débilmente, como ya se dijo, lo cual es innegable, pero así mismo muy pocos han intentado explicar las razones para esta limitación, las causas para que no se haya operado lo que Althusser denomina la “ruptura epistemológica del conocimiento”.
José Peralta se cuenta entre uno de los más destacados y sobresalientes miembros de la “fraternidad MASÓNICA” a la que pertenecieron también Eloy Alfaro, Flavio Alfaro y muchos otros ecuatorianos líderes de la Revolución Liberal. Sus principios –de la Fraternidad Masónica- se definen como “una sociedad iniciática, filosófica y benéfica. De ahí que sus integrantes afirmen que tres principios dominan la Orden: el amor fraternal, la filosofía y la verdad… ”62.
La masonería en el Ecuador data desde las luchas por la independencia de España -1808-; en Guayaquil se funda la primera Logia Masónica a la que pertenecieron José Joaquín de Olmedo, maestro del taller “Hermanos Racionales de Cádiz” junto con José María Villamil, León de Febres Cordero. Antonio Elizalde, Rafael María Ximena, Lorenzo de Garaicoa, José Letamendi.
La masonería fue condenada y la Iglesia católica se convirtió en la más formidable enemiga. La Revolución Liberal de 1895 y su sello anticlerical, ahondó la oposición de la Iglesia a las fraternidades masónicas, por lo que la persecución se hizo latente. “El combate a la Masonería sin embargo, llegó a dos actitudes tomadas por organismos del Estado: Una fue la circular del Coronel Guerrero, Ministro de Defensa del –gobierno del Dr. Isidro Ayora, que prohibía a los oficiales del ejército afiliarse a ella. Entre los grupos masónicos de los Estados Unidos se afirmaban que la causa de la caída del Gobierno de Ayora había precisamente esa circular ministerial”63. El pertenecer a una Logia Masónica, no era cuestión sólo de voluntad, sino de una férrea disciplina y conocimientos, por consiguiente quien entraba a formar parte de una fraternidad masónica “juraba solemnemente ante el gran arquitecto del Universo”, ser fiel a la Patria y a sus hermanos, obedecer a sus superiores y terminaban finalmente “consagrando su vida a la orden”.
Lo que interesa primordialmente en nuestro objetivo, es tomar muy en cuenta que … El IV Congreso de la Internacional Presidido por Lenin, en 1921 aprobó una resolución en contra de la Masonería Internacional a la que acusa de ser UNA FORMA DE PENETRACIÓN PEQUEÑO BURGUESA Y DE MANTENER UN CIERTO CARÁCTER RELIGIOSO INCOMPATIBLE CON EL PENSAMIENTO MARXISTA… ”64.
Con toda seguridad esta resolución no fue desconocida por los miembros de la masonería en el Ecuador que mantenían constante relación, correspondencia y contacto con sus similares de todo el mundo, por lo que es fácil deducir el antagonismo que separaba a la masonería del marxismo. Podríamos afirmar que fue el respeto y acatamiento al juramento masónico, la sujeción a los preceptos de la Orden, la “incorruptible posición de principios” de la que habla el mismo Peralta, lo que constituyó uno de los principales escollos y obstáculos que no posibilitaron una mayor apertura en su conocimiento y posición junto a los sectores populares, a los nacientes partidos obreros en donde el marxismo había impactado positivamente. Ello estaría indicando también el predominio de lo moral en las apreciaciones de José Peralta, pero él mismo desconocía su potencialidad que lo ha colocado como uno de los más brillantes y destacados hombres progresistas y de avanzada durante la época que le tocó vivir.
Sin embargo y sin desmerecer los aspectos mencionados, hay una faceta del pensamiento de Peralta que no ha sido lo suficientemente divulgada y conocida y es la que acontece a raíz de la llamada Revolución Juliana de 1925. El fracaso de la misma y la posterior apertura a los “emisarios” norteamericanos, a sus capitales y la entrega del manejo de los asuntos económicos del País a los técnico importados de Norteamérica que llegaran al País, “contratados”, conformando la Comisión Kemmerer, será un tema que merecerá el certero análisis, critica y cuestionamiento por parte de José Peralta, quien será desterrado en 1926 durante la presidencia de Isidro Ayora.
En el ostracismo, Peralta avanzará más aún en su formación ideológica al empaparse del ambiente y las circunstancias en las cuales se debatían los pueblos centroamericanos, víctimas de una serie de invasiones y desembarcos de los “marines” norteamericanos que se habían lanzado en busca de la hegemonía del continente, violando todos los derechos y soberanía de esos pueblos hermanos, imponiendo su dominación económica y consecuentemente su dominación política. Ya en 1912 el presidente de los EEUU, William Taft había dicho “… No está lejano el día en que tres banderas de barras y estrellas, señalen en tres sitios equidistantes la extensión de nuestro territorio: Una en el Polo Norte, otra en el canal de Panamá y la tercera en el Polo Sur. Todo el hemisferio será nuestro, de hecho, como en virtud de nuestra superioridad racial ya es nuestro moralmente… ”65. En cumplimiento de esta política los Estados Unidos se encontraban en plena tarea por cumplir con dicho objetivo.
Su posición en este periodo es progresista y democrática, reflejando los intereses de una pequeña burguesía en ascenso, la que se había robustecido y crecido considerablemente a raíz de las reformas alfaristas y la Revolución Liberal, es un pensador, un intelectual de avanzada, eso si con una radical posición antiimperialista, plantea con claridad increíble en su época lo que el imperialismo significa para nuestros pueblos … porque comprendió la ya entonces sangrienta intervención yanqui con todas sus consecuencias, se convirtió en un enardecido antiimperialista y es en este terreno en donde encontramos lo más valioso de su obra… es un patriota en el sentido más cabal del término, un nacionalista serio y consecuentemente… tómese en cuenta que ataca al imperialismo en 1927 cuando eran muy pocos, no solo en el Ecuador sino en América Latina, los que empezaban a comprender las horrendas consecuencias de la penetración del imperio norteamericano… 66
Si bien es cierto, que la mayoría de la población no capto, y lo que es más evidente, no conoció la figura de Peralta en este plano, por el ocultamiento de su obra que a propósito realizó la burguesía y los sectores dominantes del País, sin embargo ejerció un decisivo influjo en el País y concretamente en la fundación del Partido Socialista Ecuatoriana, pues … concurren también a la formación del partido revolucionario de los trabajadores, las ideas de pensadores avanzados como JOSÉ PERALTA, Luis Napoleón Dillon, Juan Elías Naula, Belisario Quevedo y otros. (Llamamiento del Comité Central del PCE Guayaquil, 14 de septiembre del 1975)… ”67
Será en esta coyuntura en donde aflora la posición y el pensamiento antiimperialista de José Peralta, quizá en mayor magnitud y significación que las otras facetas. Su objetiva visión de los acontecimientos que le tocó conocer y vivir en Centroamérica, lo convertirán en un virulento combatiente y luchador contra la penetración imperialista de los EEUU, no sólo en el Ecuador sino en América Latina denunciando los reales intereses que animaban esa política, dando así a su pensamiento el carácter de un combatiente progresista que en su evolución llegó a ser demócrata extremadamente avanzado, dejando de ser ideólogo de la burguesía, pero sin serlo todavía, de un proletariado que para esa fecha era incipiente y carecía de un suficiente desarrollo. Es esta la faceta que se intenta extraer y rescatar en el presente trabajo, aspirando a intentar una aproximación a la interpretación de su pensamiento antiimperialista.
______________
45 - PERALTA, José. “Tipos de mi
Tierra”. Edit. Casa de la Cultura Núcleo del Azuay. 1974. Cuenca, págs. 294 -
295
46 - Idem. Pag. 93 – 104
47 - PERALTA, José. “Eloy Alfaro y
sus victimarios”. Edit. Asa de la Cultura, Nucleo del Azuay. Cuenca 1974.Pags.
8 - 9
48 - Ibídem., pág. 13
49 - PERALTA, José “La Naturaleza
ante la Teología y la Ciencia” (apuntes científicos). Edit. Casa de la Cultura,
Azuay. Cuenca 1974, págs. X – XI
50 - Idem., pág. 6
51 - PERALTA, José “La Moral
Teológica” (su acción en el Judaísmo).Tomo I, Edit. Casa de la Cultura, Azuay.
Cuenca 1974, págs. 142.
52 - Ibidem., pág. 231
53 - Idem., pág. 127
54 - Ídem., pág. 28
55 - Ibidem., págs. 85 86 96 97
56 - Idem., pág. 15
57 - Ídem.,
pág. 125
58 - ALBORNOZ, Oswaldo. Op. Cit.,
págs. 18 - 19
59 - PERALTA, José “El Problema
Obrero”. Artículo inmerso en “Años de Lucha” del mismo autor. Edit.
Casa de la Cultura, Azuay. Cuenca 1976, págs. 294 - 295
60 - Idem.,
pág. 296
61 - Ibidem.,
págs. 296 - 297
61 - Ibidem.,
págs. 296 - 297
62 - “La
fraternidad Masónica”. Art., inserto en Diario EXPRESO, Edic., del 25 de julio
de 1980, Guayaquil, pag. 82
63 - Idem.,
págs. 82
64 - Ibidem.,
pág. 82
65 - GALEANO, Eduardo. Op. Cit., págs. 164 - 165
66 - UNEF – FEUE. Introducción en
“La Esclavitud en América Latina” Op. Cit., págs. 5 – 6
67 - Citado
por Elías Muñoz Vicuña en “De la Primera a la Segunda “Independencia”
Biblioteca Ecuatoriana Nº. 29 Dep. Public. Fac. Economía U. de
Guayaquil, 1981, Pág. 145
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