martes, 27 de agosto de 2013

4.6- EL CANAL DE PANAMÁ Y LA SEGURIDAD CONTINENTAL DE LOS ESTADOS UNIDOS


A más de los “fundamentos” que orientan la política exterior de los EEUU., el imperialismo norteamericano encontró un “justificativo” para explicar el por qué de las intervenciones y características de su política exterior, es lo que ha denominado “La Seguridad Continental de los Estados Unidos”. Dentro de ese marco se inscribe la historia de lo que hoy es la República de Panamá y el Canal, pues la existencia jurídica de dicho país es consecuencia de la intervención y maniobras de los EEUU.”… Nicaragua era el lugar apropiado para la construcción del canal, pero la compañía organizada por Ferdinad Lesseps, inició los trabajos del Canal, gracias a la concesión que hizo Colombia a los franceses; esto originó temores en los Estados Unidos. Se habló mucho de la Doctrina Monroe. Entró en acción Phillipe Buneau- Varilla, hábil francés en cuestiones legales y la ubicación del canal de desvió a Panamá. Buneau-Varilla, dirigió la revolución del departamento de Panamá que entonces era parte de Colombia. Teo Roosevelt, se vanaglorió más tarde diciendo: “Yo tomé el istmo”. Moralmente hablando, resultó uno de los hechos más vergonzosos en la historia de los Estados Unidos, pero práctica y estratégicamente, algo de indudable valor… ”92

José Peralta enjuicia la situación en los siguientes términos: … A 15 días de proclamada la República (Panamá), se firmó el tratado para la construcción del Canal en dicho país, lo cual -dice Peralta-, es prueba elocuente de la desleal maniobra yanqui … nada de los articulados constantes en este tratado es comparable con el esbozado y total despojo de la soberanía de una de las partes contratantes; el artículo II dice… la República de Panamá concede además a perpetuidad a los Estados Unidos, el uso, ocupación y control de cualesquiera otras tierras y aguas fuera de la zona descrita, que pueden ser necesarias y convenientes para la construcción, mantenimiento, funcionamiento, saneamiento y protección del mencionado Canal o de cualquiera canales auxiliares u otras obras necesarias para la construcción, mantenimiento, funcionamiento, saneamiento y protección de la citada empresa…  ¿Dónde está el límite de tan monstruosa concesión? ¿Quién determina esa necesidad y conveniencia?... No tiene los Estados Unidos sino que señalar las tierras y las aguas que califiquen como necesarias y convenientes a su empresa, para apropiarse de ellas e ir extendiendo así su dominio, hasta absorber el territorio de la pequeña República a la que dieron el ser para devorarla… ”.

“…  La secesión de Panamá no sólo es un desgarramiento de la gloriosa bandera Colombiana, sino una mancha que el frio y cínico mercantilismo yanqui a puesto en ella…  El tratado del 6 de Abril de 1914, según el cual Estados Unidos paga a Colombia 25 Millones de Dólares, por la zona del canal, puede ser útil, pero no es honroso, no es digno de la Patria de cien y cien héroes de la independencia…  El gobierno panameño, a cambio de dinero, concedió el monopolio de los principales sectores productivos, vías de comunicación en ese país…  Ha restringido su jurisdicción…  El artículo III de la Constitución política dice que el territorio de la República queda sujeto a las limitaciones jurisdiccionales estipuladas o que se estipularen por tratados con Estados Unidos… el Ministro de Relaciones Exteriores de Panamá indicó… que existía un acuerdo entre el Gobierno de los Estados Unidos y Panamá, en virtud del cual, los individuos de patrullas, los oficiales y soldados del ejército y de la marina de los Estados Unidos, gozaran en la República de Panamá del derecho de EXTRATERRITORIALIDAD en ciertos casos y los delincuentes serán juzgados por las autoridades militares o navales de los Estados Unidos…  Que soberanía en un Estado que así se deja despojar de sus primordiales derechos… ?

“… Norteamérica dueño absoluto del Canal de Panamá se ha constituido en portero de los mares: nadie puede pasar de uno a otro lado sin sujetarse a su inspección, sin obtener su venia y pagarle un tributo, de suerte que el comercio mundial, es hoy simple pechero del águila del Norte; y fuera bien que se limitara sólo a esto su codicia, pero tiene la mira puesta en más enormes negocios: persigue la hegemonía en América, la dominación incondicional sobre las pequeñas nacionalidades, en virtud de la misión educadora que se ha arrogado, siempre en beneficio de los intereses humanos. Y para llegar a estos altruistas propósitos, ha erizado de cañones las alturas que se alzan junto al canal; ha cubierto con formidables elementos bélicos las dependencias de su vía interoceánica; mantiene un ejército en la zona que arrebatará a Colombia y una colosal armada en las aguas adyacentes; conserva preparados y listos para moverse sus trenes de guerra, como si el enemigo se hallara ya a la vista… sin perjuicio de que … prosiga asaeteando México, desgarrando las entrañas de Nicaragua, con un pie sobre el cuello de Panamá, extendiendo su zarpa hacia Colombia y el Ecuador, embrollando más el litigio peruano – chileno y con la avariciosa vista en las restantes repúblicas de habla española. Los recuerdos de los anteriores atropellos a Venezuela, El Salvador, Honduras, Guatemala, etc., son lecciones para el porvenir, sombríos pronósticos para mañana…  La esclavitud de Panamá es nada más que la victoria del dólar, del pérfido y artero dólar, que ambiciona pasear su conquistador estandarte por toda la América y acaso también por los viejos continentes, a despecho del honor, de la justicia y del derecho internacional, suprema ley de los pueblos cultos…  Dormir a la vera del Canal, es descansar locamente bajo el levantado martillo de los cíclopes, prontos a descargar el golpe y pulverizar hasta las rocas… ”93

Cuánta verdad, cuanto equilibrio en sus expresiones hoy plenamente confirmadas; sus palabras adquieren el tinte de proféticas y demuestran un firme convencimiento de la realidad que denuncia y enjuicia, en una época en que eran pocos los que comprenden el futuro de los pueblos latinoamericanos a manos de la política exterior de los Estados Unidos. Su posición es abiertamente antiimperialista identificando acertadamente los peligros que amenazaban a nuestras repúblicas. …  Panamá pensó ser libre bajo el ala protectora del águila del Norte -dice Peralta- y sólo halló esclavitud y muerte, porque en realidad esta pequeña república está muerta. ¿Qué vida, si no puede respirar siquiera, con la garra de esa ave pérfida, clavada en su garganta?... Cierto que el escándalo internacional fue grande; que la inmotivada ofensa a Colombia, repercutió en todos los corazones honrados y nobles; arrancó una general protesta; pero los negocios son negocios y la gran República quedó contenta…  Por fortuna y para orgullo de nuestra raza… Panamá cuenta con una juventud brillante y un pueblo altivo y viril que han emprendido valerosamente la defensa de los santos fueros de la Patria. La acción Comunal merece todo encomio, porque significa el resurgimiento vigoroso del espíritu nacional; una rebeldía admirable contra el injusto y poderoso dominador… un pequeño pueblo que da ejemplo a las naciones que soportan en silencio la opresión norteamericana. ¡No desmayéis jóvenes panameños, en vuestra patriótica labor! ¡Adelante, Adelante! Que VOSOTROS PODREIS SER EL GERMEN DE UNA RESISTENCIA HISPANOAMERICANA al conquistador, la piedrecilla en que tropiece y se derrumbe el carro triunfante del dólar…”94

Lo dicho, el llamado a la resistencia Hispanoamericana, no sólo que refleja la conciencia latinoamericanista de Peralta y su coincidencia con la tendencia surgida en América Latina, como se afirmó, sino que incluso, hace referencia a un enfrentamiento global, a esa resistencia para enfrentar al conquistador, al “triunfante dólar”. En este sentido, puede afirmarse que rebasa a muchos pensadores de similar tendencia, demostrando así la radicalidad de su posición abiertamente antiimperialista.

Reafirma su posición al recordar “…  Bolívar avanzó en el deseo de formar una como liga anfictiónica, para su mutua defensa y prosperidad, ya que tienen un origen, una lengua, unas costumbres y una religión, dice Bolívar, deberían tener un mismo gobierno, mas no es posible porque climas remotos, situaciones diversas, intereses opuestos, caracteres desemejantes, dividen la América… ”95 y es que desde la formación de nuestras “Repúblicas” el fomento de los “nacionalismos” propició el desgarramiento de las propias fronteras de América Latina, situación que no escapa al análisis de José Peralta.

Para la época de emergencia del imperialismo, el capital internacional se hizo sentir pesadamente sobre las economías de los países latinoamericanos, de manera especial el capital estadounidense; mientras Inglaterra ampliaba su tradicional inclinación inversionista, hacia una “especialización” en prestamos públicos y privados, los EEUU., iniciaron su propio empeño inversionista con inusitada pujanza; de esta forma, “… de 1880 a 1900 para la región en su conjunto, las inversiones británicas aumentaron de 180 millones a 1.000 MILLONES DE LIBRAS ESTERLINAS, las exportaciones latinoamericanas se multiplicaron por 10 y las importaciones se acrecentaron en el mismo ritmo…  Más impresionante todavía es el monto de las inversiones norteamericanas en Latinoamérica, en los momentos en que ya se asentaba la hegemonía del capital monopólico, estas empezaron a desplazar a los británicos. Es así que de 1912 a 1930, las inversiones norteamericanos aumentaron en un MIL POR CIENTO… ”96


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92 - MATTHEWS-SILVERT. Op. Cit., pág. 28

93 - PERALTA, José. Op. Cit., págs. 17 - 40

94 - Ibídem., págs. 36-40

95 - Ídem., pág. 20

96 - SOLER, Ricaurte Op. Cit., pág. 13


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