Paulatinamente la sierra pasó a cumplir el papel de abastecedora del sector en torno al cual comenzaba a girar la economía del país: La actividad agroexportadora, actividad que emprendió en una apertura al mercado y comercio exterior, y rápidamente se expandió; primero fue la demanda de cascarilla, del caucho y posteriormente del cacao, no requiriendo en consecuencia de un mercado interno para la realización de sus productos, e incluso para el abastecimiento de los medios de producción. Su principal problema radicó en la disposición de fuerza de trabajo necesaria para su producción, lo cual planteará una contradicción entre los terratenientes serranos y las fracciones de la naciente burguesía costeña.
La apertura al comercio exterior, significó considerables réditos para la costa; a la sierra no le era conveniente dicha apertura, porque ello iba en desmedro de sus intereses económicos y políticos en última instancia. La bonanza económica no se hizo esperar y es así como “… durante los años 1878 y 1879, el Gobierno Nacional tuvo un superávit total de setecientos treinta y tres mil ochocientos sesenta y ocho pesos… Una de las causas para este hecho fue la guerra del pacifico entre Chile-Perú y Bolivia… en 1879 el valor de nuestras exportaciones excedió al valor de las importaciones en más de 3 millones de pesos, saldo comercial que constituirá un récord, registrado hasta la fecha… ”17. Por ese año, se encuentra de gobernante Ignacio de Veintimilla, quien hacía frente a una fuerte oposición, pero pudo darse el lujo de “distraer al pueblo con libaciones y corridas de toros costeadas por el producto de las ventas de cacao… ”18. Los dineros, no fueron aprovechados, sino derrochados. En los años subsiguientes continuó en alza el apoyo del cacao, llegando a niveles importantísimos, como lo demuestran las siguientes cifras:
Estas circunstancias permitieron la consolidación de grupos dominantes en el litoral, de manera especial la burguesía agroexportadora, que en poco tiempo acumuló considerables riquezas que le permitió volcarlas a la actividad bancaria que, por cierto, se multiplicará en este periodo. Si en 1850 se había fundado el Banco Particular de Luzárraga y luego el de Descuento y Circulación, en 1884 se creó el Anglo Ecuatoriano que luego se convertirá en el tristemente célebre Banco Comercial y Agrícola de Guayaquil. En 1868 también fue creado el Banco del Ecuador; un poco antes surgieron el Banco de Crédito Hipotecario, el Banco Territorial, el Banco Internacional y otros, lo cual está demostrando la abundancia de capital financiero que se volcó a los Bancos. Por consiguiente el poder económico de la burguesía, estaba lo suficientemente afianzado, lo que hacía imprescindible la correspondencia política.
Mientras en la costa se estaba imponiendo relaciones capitalistas, en la sierra continuaba imperando las formas precapitalistas, y mantenía el poder político e ideológico en su poder. “… El partido liberal que expresaba los intereses de la burguesía agroexportadora-bancaria de la costa, presionará cada vez más fuertemente desde 1884 y llegará finalmente al enfrentamiento victorioso con los núcleos latifundistas de la sierra, luego del pronunciamiento del 5 de junio de 1895. En estas condiciones se va a celebrar la integración dinámica al mercado mundial… ” 20.
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17-
CARBO, Luis Alberto. “Historia Monetaria y Cambiaria
del Ecuador”. Public. Banco Central. Imp. Cevallos Quito 1978, pág. 35
18 - Citado
por Agustín Cueva en “El proceso de dominación política en Ecuador” Edit.
Diógenes S.A. México 1914, pág. 115
19
- Citado por Pablo Estrella Veintimilla en “Entre
el pillaje del Oro y el Espejismo del petróleo” U. Cuenca 1977, pág. 214
20
- VELASC0, Fernando. “El Modelo Agroexportador
Ecuatoriano” Doc. Publicado por la Fac. Economía U. Central Quito.1979.pag. 29
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