viernes, 23 de agosto de 2013

5.- ENSAYO DE INTERPRETACIÓN DEL PENSAMIENTO ANTIIMPERIALISTA DE JOSÉ PERALTA


Sin lugar a dudas, en el campo de la evolución de la ideas dentro de la Historia del Pensamiento Social Ecuatoriano, José Peralta ha marcado un hito de singular valor si se considera el crítico momento histórico que le tocó vivir y protagonizar, especialmente en el periodo de transición de un Estado confesional al Estado laico, de un sistema en donde de manera predominante las relaciones precapitalistas iniciaban su proceso de creciente vinculación e incorporación del Ecuador al sistema capitalista a finales del siglo XIX e inicios del XX, sin dejar de tomar en cuenta la gran importancia que tiene la irrupción imperialista de los Estados Unidos y su práctica política en los países latinoamericanos.

La serie de cambios y transformaciones que se dieron durante el periodo que vivió Peralta, también se verán reflejados en su pensamiento; iniciándose como un ardiente católico y defensor de la fe Cristiana, pronto abrazó la corriente liberal convirtiéndose en un furibundo anticlerical con gran vehemencia, dedicación y fundamentación; posteriormente romperá con la fracción acomodaticia del liberalismo y será uno de los pocos liberales radicales que sobrevivirá luego de 1912. Los acontecimientos acaecidos luego de la primera guerra mundial, el triunfo de la revolución bolchevique de la URSS, la masacre del 15 de Noviembre de 1922, el triunfo de la revolución juliana en 1925 provocaron en José Peralta una gran influencia y un avance en su pensamiento progresista. La llegada de las misiones financieras norteamericanas y su oposición al Gobierno de Isidro Ayora le servirá para que sea desterrado y será en Centroamérica en donde afianzará su pensamiento antiimperialista que posibilitará que, aunque levemente, se acerque y vislumbre las ideas socialistas en donde permanecerá hasta su muerte.

Al intentar un ensayo de interpretación de su pensamiento antiimperialista, los vamos a considerar en los niveles: Ideológico, filosófico, político y económico.

1.- En el aspecto ideológico, considerando que las ideologías son un sistema de ideas que se generan en una matriz filosófica ya acumulada, presentándose como “saberes que tienen todas las respuestas”, aparenta una totalización ficticia del conocimiento, -cosa común dentro de las sociedades divididas en clases-, que a la corta o a la larga se convierte en “motor de la acción” en beneficio de lo que somos y de la clase a la que pertenecemos. En el caso de Peralta, hemos visto cómo durante su vida logró sistematizar amplias áreas del conocimiento y diversas corrientes del pensamiento, asumiendo una posición receptiva de las obras que leía así como de la realidad en que vivía. En posesión de este conocimiento creía que todos deberían conocer y saber lo que él sabía y conocía. Sus expresiones comúnmente tienen algo de racionalista y mucho de romántico, de moralista; en este sentido el principio de que el “ser” determina la “conciencia” toma actualidad y vigencia incontrastable, especialmente en la etapa de irrupción imperialista de los EEUU., y vinculación del Ecuador al sistema capitalista mundial, en donde la contradicción principal en términos ideológicos - políticos era la contradicción liberal-conservadora, el predominio de la ideología del clero era poco menos que omnipotente; hasta 1895 continuaban su ofensiva teológica y aristocrática, sin embargo la contradicción aparecía también reflejada en la lucha antifeudal por parte de la naciente burguesía comercial costeña y la intelectualidad pequeña – burguesa que irrumpen en todas las formas de lucha política en 1895 apoyadas por las amplias masas populares del campo y las ciudades.

La revolución liberal en el Ecuador se da en condiciones cualitativamente distintas a las dadas en el continente europeo, pues se da inmersa en la etapa monopolista del capitalismo, en su fase imperialista que se constituirá en la tendencia hegemónica central del desarrollo económico del siglo XX, en los países latinoamericanos. El movimiento liderado por Alfaro realizó una serie de conquistas de carácter democrático y ello permitía percibir una radicalización del proceso que dará oportunidad para que la burguesía comercial costeña especialmente sus capas altas, se aliara con la clase terrateniente aristocrática y las fuerzas imperialistas para frustrar el avance y profundización del proceso, llegando incluso al asesinato de Alfaro y la destrucción de la intelectualidad progresista en el seno del partido liberal.

En tales circunstancias la ideología liberal burguesa se verá dividida en dos bandos perfectamente definidos: El primero revisando los principios teóricos clásicos del liberalismo que cederá posiciones, oportunamente a la ideología feudal, tranzando con ella, cuya expresión la encontramos en el epílogo trágico de 1912 y la posterior trayectoria con los llamados gobiernos plutocráticos. El segundo de tendencia progresista, representado por la intelectualidad de avanzada en las filas del viejo luchador, la pequeña burguesía radicalizada en términos ideológicos y políticos que pugnaba por radicalizar la revolución del 95. En consecuencia la mutación de la ideología liberal era un hecho: La etapa de confrontación imperialista hasta 1918 y el tránsito del capitalismo hacia el Socialismo influirá inobjetablemente en las esferas ideológicas de la sociedad ecuatoriana.

En este contexto la tendencia Reformista se perfiló como la naciente ideología en amplios sectores de intelectuales y de la pequeña burguesía que avanzaran todavía más como en el caso de José Peralta que vislumbró las ideas socialistas, aunque débilmente como se afirmó, y que permitirá que varios liberales expresen su temor de que el liberalismo estaba en peligro de su “deformación”, lo que algún momento se lo atribuyó a Peralta que se alejó un tanto de esos sectores. Cabe anotar que estas “deformaciones” de las que hablan ciertos liberales, se operaban en el plano económico, social y político, intensificado por la penetración imperialista en alianza con la clase terrateniente, la burguesía comercial y bancaria, agudizando las condiciones de vida de las masas populares, lo que necesariamente se vería reflejado en la esfera ideológica y no sólo Peralta avanza, sino que también hay otros intelectuales como Belisario Quevedo, Alfredo Espinoza, Julio Endara, Ángel Paredes, Antonio Quevedo, Pio Jaramillo Alvarado. Pero sería el pensamiento avanzado de José Peralta, de Luis Napoleón Dillon, de Juan Elías Naula, de Belisario Quevedo y otros los que contribuirán a la formación del partido Revolucionario de los Trabajadores y con ello al desarrollo de la ideología de la clase obrera, la misma que a partir de los años 20 iniciará la más grande trayectoria liberadora de la sociedad ecuatoriana y que aún sigue en pie.

El pensamiento antiimperialista de José Peralta constituye una respuesta a la imposición imperialista que los EEUU, desplegaba en los países latinoamericanos su percepción y denuncia de la penetración imperialista, generará en él una posición abiertamente antiimperialista y en este terreno encontramos un aspecto muy valioso de su obra por su claridad y firmeza, incitando a la rebelión justa y su pensamiento es una respuesta adecuada a una posición abiertamente anti latinoamericana por parte del imperialismo de los EEUU. Durante las tres primeras décadas de este siglo, la emergencia ideológica en el Ecuador se hizo muy palpable y Peralta es uno de estos casos, como consecuencia de los desajustes en la economía, la penetración imperialista, la agudización de las condiciones de vida de los sectores populares, la alianza del sector terrateniente de la sierra con la burguesía bancaria y comercial de la costa, que finalmente lograron captar el poder político en el país. Todo ello dio pie para el surgimiento de una ideología nueva en el Ecuador y fundamentalmente de una ideología revolucionaria de la clase obrera, alimentada por una clara influencia de los acontecimientos que a nivel mundial habían operado.

2.- En el aspecto filosófico, partimos del hecho que el quehacer filosófico no puede ser ajeno a las características de la época en que se da, ni de las relaciones económicas – sociales imperantes que lo imponen y en este caso, el liberalismo emergente tuvo que luchar contra una sociedad tradicionalista, basada en la teología impuesta por el clero, con un predominio ideológico sobre la población y la lucha de Peralta en gran parte tuvo que realizarla en el mismo campo de la teología, aunque esto considerado a nivel internacional, podría parecer anacrónico o “atrasado” temporalmente, pero en el caso ecuatoriano se justificaba, por las condiciones imperantes.

Peralta destinó gran parte de su obra, para tratar de demostrar la vaciedad de los principios religiosos a los que acusaba de tener un origen histórico y de atribuir a la perversidad de los sacerdotes, a su actitud calculada y premeditada, todos los desaciertos, y de haber creado y mantenido un enorme engaño, mecanismo por el cual el clero fortaleció su poder y el de todos los tiranos en nombre de la divinidad y sosteniéndolo con el terror de ultratumba. De esta forma aparece como un anticatólico, como un irreligioso, pero en realidad tampoco fue un materialista, pues también se oponía a dicha tendencia y culminará por afirmar los principios de una “religión natural” basado en el mismo saber teológico que lo considera como verdadero; es decir Peralta no sólo se opone a la religión católica sino a la filosofía materialista, hablando de una “religión Natural” a la que considera la culminación del saber humano. En este sentido se acercaba al pensamiento positivista que surgirá en el Ecuador entre 1910 y 1930.

En general, los puntos de vista de Peralta tienen mucho de una posición moralista, al analizar la “mentira de los sacerdotes”, generando una contradicción entre liberales que ideológicamente denunciaban la utilización y el aprovechamiento del saber teológico por parte de la iglesia, lo combatían pero cuando entra a enunciar las bases de este saber teológico, la situación desaparece como problema; esta ha sido una de las características de la lucha desarrollada por la Burguesía en el plano ideológico. En otra parte los planteamientos de Peralta tienen la clásica característica del antiguo lenguaje de los ilustrados; se dirige “al pueblo que no dispone de tiempo, de Colegios, ni de bibliotecas para instruirse” sus expresiones, presuponen la posesión de la verdad y la ignorancia del pueblo, del cual pretende –sin embargo-, ser su intérprete.

El liberalismo, ideológicamente gira en torno al concepto de “libertad” de donde toma su nombre y casi siempre pretende autodefinirse a partir de este mismo término, sin embargo una vez alcanzado el poder y destruido el antiguo régimen, se opera una sustitución de valores y el mismo término “libertad” se trocará por la de “orden”, lo que en alguna parte de la obra de Peralta, aparece claramente definido. Por otro lado cobra importancia la afirmación del individualismo dentro de la doctrina liberal. Las tendencias del pensamiento europeo no fueron “copiadas” o “imitadas” únicamente sino que de acuerdo a las condiciones imperantes en el Ecuador, primero fueron “adaptadas” para posteriormente se “adoptadas” y en algún momento éste fue el caso de Peralta. Sin embargo no está ausente en el discurso de nuestro autor, ciertos atisbos de una dialéctica que aunque no acabada, sin embargo no deja de manifestarse. En la argumentación de su pensamiento antiimperialista se aprecia esta característica de la utilización de las contradicciones para arribar a ciertas conclusiones, que incluso en algún momento le llevaron a percibir levemente los principios socialistas.

En resumen el pensamiento de Peralta, se nos presenta con un eclecticismo notorio, aspecto que merece una mayor profundización, teniendo en consideración las extensas y variadas obras, así como la evolución de este pensador.

3.- En el aspecto político, el liberalismo en general, ha sido una de las corrientes políticas que con mayor fuerza y volumen ha tendido a organizarse como pensamiento, a manifestarse como un cuerpo doctrinario, si se tiene en cuenta que el liberalismo es una praxis económica – política antes que propiamente filosófica. Es en este plano en donde encontramos el mayor aporte realizado por José Peralta tanto en la difusión de la ideología liberal, así como en la organización del partido Liberal Ecuatoriano y su lucha por alcanzar el poder, a tal nivel llegó su actividad, que ha sido considerado como “el más grande ideólogo del liberalismo ecuatoriano”.

Si bien es cierto, el liberalismo traduce la expresión de la Burguesía inicial y en ascenso, no es menos cierto que las condiciones históricas que se dieron marcaron una etapa de fraccionamiento y división en las filas del liberalismo, tal como ya se ha expuesto anteriormente. En la etapa del pensamiento de Peralta que se analiza, al exponer sus ideas y posición antiimperialistas de denuncia, de mensaje sobre los peligros y reales intereses del “águila” del Norte, está demostrando su posición política progresista y defensa de la nacionalidad de “nuestra América”. Sus cuestionamientos son frontales aunque no encontró eco en su tiempo. Sin embargo llama la atención el hecho de que Peralta analiza, enjuicia y denuncia la penetración imperialista de los EEUU, y sus verdaderas intenciones, pero aparece estar ciego ante la presencia del imperialismo inglés que por aquellos días se encontraban en abierta pugna por captar posiciones, en unos casos y mantenerlas en otras en los que atañe a nuestro continente.

El antiimperialismo de Peralta es mas ético o estético que puramente científico, pero en aquella época, eran muy pocos no sólo en el Ecuador, sino en América y el mundo, los que comprendían los abismales peligros del imperialismo norteamericano; por ese tiempo no se puede hablar de un imperialismo científico que detecte las verdaderas causas económicas, políticas, y sociales que generan esta etapa superior del Capitalismo. Nótese que uno de los primeros estudios científicos sobre el tema lo escribió el gran líder de la revolución bolchevique, Lenin, en 1917... Que para los 10 años subsiguientes que esta obra o similares estudios hayn sido conocidos en Ecuador y por nuestro autor, sería aventurado afirmar que ello sucedió. Una de las características que se puede apreciar en el discurso de Peralta al exponer sus ideas antiimperialistas es cierta angustia, cierta desesperación, pero eso sí, tiene un gran brío, pues supo mostrar en toda su trágica intensidad, el peligro de la política imperialista en nuestros pueblos, de lo cual estuvo plenamente convencido.

El análisis del imperialismo de los EEUU, parte desde los primeros jalones en el cambio de la política exterior de ese país, hacia América Latina. Expone y analiza la declaración de Monroe, que posteriormente se convertirá en “Doctrina” que animó muchos de sus actos en “nuestra América”. Peralta demuestra la utilidad y razón de ser de dicha “Doctrina Monroe” en la época en que fue lanzada, calificándola de un “...decisivo apoyo a las nacientes Repúblicas… ”. Pero posteriormente él mismo se encarga de desenmascarar la tergiversación, lo que denomina “degeneración del Monroísmo”: Las guerras emprendidas por la burguesía francesa, conducidas por Napoleón Bonaparte, contra la hegemonía del capital inglés en el mundo; el bloqueo económico decretado por Napoleón, obligaba a que Inglaterra se vea precisada a buscar nuevos mercados para sus productos y territorios para abastecerse de materias primas. Las colonias españolas de América, presentaban la oportunidad para que esa “obligación” pueda realizarse. EEUU no brindó ayuda a los independentistas de la América hispana y las nacientes Repúblicas por “amistad”, sino por interés –lo mismo pasó con la “ayuda” de Inglaterra que, como en el caso ecuatoriano, dio origen a la famosa “deuda inglesa” que por 150 años arrastró nuestro país; es más, aparentó “neutralidad” en la pugna europea, pero no vaciló en vender a unos y otros contendientes, teniendo como brújula la ganancia de la burguesía agro industrial, exportadora – importadora de los EEUU.

Su acercamiento a las naciones hispanoamericanas, desde un comienzo entonces, estuvo determinado por el interés y los réditos que le podría proporcionar el establecimiento y robustecimiento de las mismas. En estos años, los EEUU, no podía enfrentarse abiertamente contra la tropa naval inglesa “reina y señora de los mares” y es por ello que no se opuso mayormente a los intentos y actividades inglesas en América Latina. La “Doctrina Monroe” según Peralta, había sido “defensiva y no expansiva”, pero los posteriores acontecimientos contradecían estos principios que nuestro autor se encarga de analizarlos al mencionar la serie de invasiones a los países centroamericanos y del Caribe, así como en América del Sur, acciones a las que califica como la “política de expansión y de conquista, de intriga diplomática y de intervención”.

Es en este aspecto en donde se aprecia los atisbos de una dialéctica no acabada en el análisis que hace Peralta, al utilizar una serie de contradicciones sociales y políticas, que determinarán una serie de hechos lo que permite a Peralta elaborar valiosas conclusiones; así afirmará “… la misma Doctrina Monroe hubo de ser modificada, extendida, contrahecha, para adaptarla a los nuevos propósitos del pueblo yanqui que se iba sin freno tras la más completa hegemonía en el Continente… América para los americanos se ha trocado en América para los yanquis… ” Contundente enjuiciamiento que logra fundamentarlo a lo largo de su exposición. Los acercamientos a la utilización del método dialéctico, es bastante común a lo largo de su pensamiento y exposición de ideas.

Como se afirma en líneas anteriores, la inserción del Ecuador al capitalismo internacional, inspiró profundos y significativos cambios en distintos niveles y Peralta es el reflejo de esas condiciones que, alimentadas por una vasta “ilustración”, le permitirá captar e interpretar los fenómenos sociales, políticos y económicos, dando a su pensamiento múltiples facetas, que hacen aún más interesante su estudio.

4.- En el aspecto económico, de igual forma intuye los rasgos económicos que caracterizan la fase imperialista:

La concentración y centralización de capital que da lugar al surgimiento de los monopolios, parece reflejada cuando se refiere a las “Agrupaciones Norteamericanas” –monopolios- que influían en las decisiones del gobierno de los EEUU al afirmar “...a cada mutación del pensamiento de las agrupaciones norteamericanas, ha sido necesario retocar la doctrina, ampliándola o restringiéndola… ”. El reconocimiento del papel decisivo de estas agrupaciones monopólicas, no difiere mayormente del análisis que Lenin hace al respecto … Una particularidad extremadamente importante del capitalismo, llegado a su más alto grado de desarrollo, es la llamada combinación –agrupación diría Peralta- o sea la reunión en una sola empresa de distintas ramas de la industria… Nos hallamos ante la estrangulación por los monopolistas de todos aquellos que no se someten al monopolio, a su yugo, a su arbitrariedad… ”114. Peralta no utiliza el término monopolio, sino agrupaciones que son las que dictan la política norteamericana, las intervenciones en las Repúblicas Latinoamericanas, su participación en la I Guerra Mundial, en donde según Peralta … “los EEUU, fueron a la guerra… por espíritu comercial, para evitar que la derrota de Francia e Inglaterra, causara inmensas pérdidas a la banca newyorquina, que había hecho préstamos crecidísimos a las referidas naciones. Wilson … cedió sólo a las exigencias del capitalismo amenazado de muerte (Sic) y llevó sus fuerzas a los campos de batalla, con el fin de inclinar la balanza a favor de los deudores y asegurar su futura solvencia… ”

Al analizar el párrafo transcrito, bien puede interpretarse también como el “reparto del mundo” entre las grandes potencias, que constituye otro de los rasgos que caracterizan la fase imperialista según el esquema de Lenin, en donde como lo expresa Peralta, priman los intereses económicos por sobre cualquier otra consideración.

Por otro lado cuando José Peralta afirma que “la vanguardia yanqui es el dólar en sus múltiples fases, en su infinidad de combinaciones, en sus diversas formas… las misiones financieras… los expertos en bancas y aduanas, los controladores y asesores técnicos… son los prestamistas filántropos que entregan sus millones a gobiernos hambreados y ladrones… son los contratistas de obras públicas, las compañías mineras, agrícolas, comerciales e industriales, las que según el programa de conquista, crean esos intereses americanos que la Casa Blanca tiene el deber de proteger con la fuerza; la alusión al “capital financiero” y a la “exportación de capitales” es notoria y constituyen otros rasgos económicos del imperialismo.

Al respecto Lenin manifiesta … lo que caracteriza al capitalismo moderno en el que impera el monopolio, es la exportación de capitales … la posibilidad de exportación de capitales la determina el hecho de que una serie de países atrasados han sido ya incorporados a la circulación del capitalismo mundial, han sido construidas las principales líneas ferroviarias o se ha iniciado su construcción, se han asegurado las condiciones elementales de desarrollo de la industria… 115. El análisis realizado por Lenin, primero que encaja perfectamente en la situación de los países latinoamericanos y más aún en el caso ecuatoriano en las primeras décadas del siglo XX y luego que encaja también con las expresiones de Peralta en su enjuiciamiento y denuncia del imperialismo que le llevará a decir “el crédito no es más que el capitalismo yanqui que se extiende a manera de red, en forma de empréstitos y empresas y lo abarca todo… los tres reinos de la naturaleza, llegan a ser propiedad suya”.

José Peralta pudo advertir los rasgos que caracterizan la fase imperialista, aunque sin identificarlos clara y científicamente, como se aprecia en los párrafos que arbitrariamente han sido expuestos; pero el alegato es vigoroso, irrebatible y de inagotable vigencia, aún en los tiempos actuales. Puso al descubierto las verdaderas intenciones del imperialismo norteamericano y la necesidad de cerrarle paso y de preservar la independencia, reviviendo el ideal de Bolívar. Su denuncia adquiere a momentos tintes dramáticos y desesperados, reflejo de una impotencia al verse incomprendido, frente a la denuncia que para él, era muy clara; así dirá “no les deis crédito, detrás de ellos está el aterrador fantasma del imperialismo, está la inmisericorde conquista del dólar, están la esclavitud económica y la futura miseria del pueblo… apercibíos a la defensa con vigor y firmeza, sin pararos en ningún sacrificio, ni retroceder en presencia del peligro… ”.

En tales condiciones es en donde aflora nuevamente su llamamiento a la unidad… no sólo al interior del país, de Hispanoamérica. Su exhortativa a reactivar la tendencia integracionista surgida en diversas épocas y países de “nuestra América”, tendencia que se orientaba a oponerse al “Panamericanismo” del que EEUU hará alarde en su etapa de irrupción imperialista y que aún pretende seguir manteniéndolo. Su llamamiento a los panameños es muy elocuente “pequeño pueblo que da ejemplo a las naciones que soportan en silencio la opresión norteamericana. No desmayéis… vosotros podréis ser el germen de una RESISTENCIA HISPANOAMERICANA… !!” Todos estos son aspectos que agigantan la figura de Peralta por su profética, visionaria, posición y percepción del fenómeno histórico que le correspondió enfrentar.

José Peralta es mucho más que un ecuatoriano. Es un americano: Su voz, es la voz de todos los pueblos latinoamericanos. Su denuncia y mensaje está dirigida a todos quienes hacen “nuestra América”. Peralta significa no un hombre, sino una época, un tiempo con toda la serie de transformaciones que se dieron y que aparecen reflejados en su pensamiento objetivo, lleno de emotividad en sus expresiones. Constituye un periodista, “guerrillero”, político, historiador; audaz emprendedor e impetuoso luchador; soldado en revueltas, su vida osciló entre la cárcel y el destierro, manteniéndose siempre impertérrito ante el infortunio y la adversidad que le sirvió de acicate para volver con nuevos bríos a la lucha. Idealista unas veces y práctico, muy práctico en otras, pero siempre rectilíneo y veraz.

De ser el máximo teorizador y propagandista del liberalismo en el Ecuador, de ser el ideólogo puro de la burguesía, rebasó esos límites y dejo de ser tal para convertirse en un demócrata avanzado, profundamente visionario para encarrilarse en la corriente progresista que comenzaba a difundirse y propagarse por América Latina, llegando a vislumbrar las ideas socialistas a las que consideraba que podría traer la solución a los múltiples problemas sociales, políticos y económicos que no habían sido resueltos a partir del liberalismo que él llegó a proponer.

Todas las ideas de José Peralta, toda su vasta producción y esfuerzo desarrollado, a la que ofrendó su vida, no podía perderse en el vacío de la historia por lo que ella representa para el Ecuador y Latinoamérica. Es así como su aporte, sumado al de otros pensadores ecuatorianos, “contribuye para la formación de Partido Revolucionario de los Trabajadores” -1926 partido Socialista Ecuatoriano que en 1931 cambia su nombre por el de Partido Comunista del Ecuador PCE-

El autor
Jorge Ramiro Ordoñez Morejón
 



114 - LENIN, V.I.. Op. Cit., págs. 13 - 21
115 - Idem., pág. 55 - 56

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